"Érase una vez"
('Once upon a time')
de
versión rimada
Traducción: José Tarragó (Valnaur)
Agosto de 2011
Este poema del bardo, junto a otro titulado "The Dragon's Visit", apareció publicado en 1965 en la recopilación Winter's Tales for Children (vol. 1), de diversos autores. No deja de extrañar su ausencia en Las Aventuras de Tom Bombadil, vista su evidente relación con los dos primeros poemas del libro.
En él aparecen unas nuevas criaturas: the lintips, que recogen discretamente el rocío nocturno bañado por la luna. Aquí se ha traducido the lintips como "las pielusas", un nombre que trata de sugerir un parecido con "pelusa" (por el inglés lint) a la vez que transmitir la idea de que se trata de criaturas pequeñas, tanto como para pasar casi desapercibidas bajo los "pies" de Tom.
En El Señor de los Anillos se nos descubre que el Sol para los hobbits (y los elfos) es de género femenino (poema de "El Hombre de la Luna..."). Aquí, y asumiendo que este poema es también de origen hobbit (el estilo y la temática son inconfundibles), hallamos que la Luna es, en contraposición, de género masculino. Seguramente esto se deba a la tradición élfica sobre Tilion y Arien.
La versión que presentamos no es una traducción depurada, si bien mantiene las rimas al final de los versos. Carece del ritmo adecuado y pierde algunos recursos internos, pero se realizó a petición de un lector que había descubierto el poema recientemente. No descartamos acometer una versión más pulida en el futuro.
Once upon a day on the fields of May there was snow in summer where the blossom lay; the buttercups tall sent up their light in a stream of gold, and wide and white there opened in the green grass-sides the earth-stars with their steady eyes watching the Son climb up and down. Goldberry was there with a wild-rose crown, Goldberry was there in a lady-smock blowing away a dandelion clock, stooping over a lily-pool and twiddling the water green and cool to see it sparkle round her hand: once upon a time in elvish land. Once upon a night in the cockshut light the grass was grey but the dew was white; shadows were dark, and the Sun was gone, the earth-stars shut, but the high stars shone, one to another winking their eyes as they waited for the Moon to rise. Up he came, and on leaf and grass his white beams turned to twinkling glass, and silver dripped from stem and stalk down to where the lintips walk through the grass-forests gathering dew. Tom was there without boot or shoe, with moonshine wetting his big, brown toes: once upon a time, the story goes. Once upon a moon on the brink of June a-dewing the lintips went too soon. Tom stopped and listened, and down he knelt: 'Ha! little lads! So it was you I smelt? What a mousy smell! Well, the dew is sweet, so drink it up, but mind my feet!' The lintips laughed and stole away, but old Tom said: 'I wish they'd stay! The only things that won't talk to me, say what they do or what they be. I wonder what they have got to hide? Down from the Moon maybe they slide, or come in star-winks, I don't know: Once upon a time and long ago. |
Érase un día que en los campos de Mayo donde yace la flor nieve había en verano; los altos ranúnculos su luz elevaban en ríos dorados, y extensas y blancas se abrían al cielo en las verdes laderas, con ojos atentos, las estrellas de la tierra que del Sol observaban su ascenso y descenso. Allí Baya de Oro, con rosas en el cabello, allí Baya de Oro, vestida de dama el reloj de un diente de león soplaba, y en la charca, agachada, su mano metía a juguetear con el agua, que verdosa y fría veía brillar entre las azucenas: érase una vez, en la tierra élfica. Érase una noche a la luz del ocaso, gris era la hierba, el rocío blanco; las sombras oscuras, el sol ya no estaba, también las estrellas de la tierra apagadas; brillaban, en cambio, con guiños las del cielo mientras aguardaban de la Luna el ascenso. A lo alto él llegó, y sus blancos rayos sobre hojas y hierba tornó en vidrio claro; de tallo y raíz las gotas de plata caían por donde las pielusas vagan, reuniendo rocío por bosques de pasto. Tom estaba allí, sin botas ni zapatos, sus dedos morenos bañados por la Luna: érase una vez, la historia continúa. Érase una luna, con Junio ya cercano, temprano el rocío las pielusas buscaron. Tom se quedó quieto, a escuchar se arrodilló: "¡Ja, mis amiguitas! ¿Vuestro, pues, es este olor? ¡Qué tímido aroma! Bien, el rocío bebed pues dulce es su sabor, ¡mas ojo con mis pies!" Rieron las pielusas y se escabulleron, "¡Ojalá no se fueran!" dijo Tom el Viejo, "Los únicos seres que no me han hablado, ni han dicho qué son, ni cuál es su trabajo. Y yo me pregunto, ¿qué es lo que me ocultan? Tal vez se deslizan y bajan de la Luna, no sé si en el tililar de las estrellas vinieron: érase una vez, y ya hace mucho tiempo". |